En la crianza, es fácil caer en la rutina del “piloto automático” del día a día y de las labores y problemas que tenemos que afrontar a cada momento. Sin darnos cuenta, esto nos aleja del momento presente y de la conexión con nuestros hijos.
El mindfulness, o atención plena, nos ayuda a reducir el estrés y fortalecer el vínculo familiar, enseñando a peques y adultos a centrarse en el aquí y el ahora. Practicar mindfulness en familia tiene múltiples beneficios:
✅ Ayuda a los niños a gestionar mejor sus emociones.
✅ Mejora la paciencia y la capacidad de respuesta de los padres.
✅ Fomenta una relación más cercana y armoniosa en el hogar.
✅ Reduce la ansiedad y favorece el descanso de los más pequeños.
Aquí te compartimos tres técnicas simples y efectivas para introducir el mindfulness en casa.
1. Respiración en pareja: un momento de calma compartido
La respiración es el ancla del mindfulness. Controlarla conscientemente ayuda a reducir la ansiedad, calmar el sistema nervioso y promover una sensación de seguridad. En los peques, aprender a respirar conscientemente les enseña a autorregularse cuando están inquietos o frustrados.
🔹 Cómo practicarlo:
1️⃣ Siéntate con tu peque en un lugar tranquilo y cógele de las manos.
2️⃣ Cerrar los ojos y respirar juntos: inhalar por la nariz contando hasta tres y exhalar suavemente por la boca contando hasta cuatro.
3️⃣ Continuar durante un par de minutos, prestando atención al ritmo de la respiración.
✨ Beneficios para el peque: Reduce la ansiedad, mejora la concentración y ayuda a gestionar emociones intensas. También puede facilitar el sueño si se practica antes de acostarse.
❤️ Beneficios para la relación padre-hijo: Refuerza la conexión emocional y ayuda a transmitir calma en momentos de estrés o berrinches.
2. Atención plena en los sentidos: conectar con el mundo a través de la curiosidad
Los niños viven explorando, pero a menudo están sobre estimulados. Fomentar la atención plena en los sentidos les ayuda a enfocarse en el presente y a desarrollar su capacidad de observación.
🔹 Cómo practicarlo:
👂 Escucha consciente: Sentaros juntos en un ambiente tranquilo y prestar atención a los sonidos del entorno. Pide a tu hijo que describa lo que oye, desde el viento hasta por ejemplo el canto de un pájaro, pasos de gente o incluso coches.
🤲 Exploración táctil: Dale diferentes objetos (una pluma, una piedra, una tela suave) y anímale a describir sus texturas y temperaturas.
🍎 Saboreo atento: En la hora de la merienda, pide a su hijo que observe, huela y saboree cada bocado con atención, notando las texturas y los sabores.
✨ Beneficios para el peque: Mejora la capacidad de concentración, reduce la ansiedad y favorece la creatividad y el pensamiento curioso.
❤️ Beneficios para la relación padre-hijo: Crea momentos de juego y descubrimiento en familia, fomentando una comunicación más profunda y libre de distracciones.
3. Caminatas conscientes: relajación en movimiento
A veces, los niños necesitan moverse para calmarse. Las caminatas conscientes permiten canalizar su energía mientras aprenden a enfocar la atención en el entorno, sin prisas ni distracciones.
🔹 Cómo practicarlo:
🌿 Durante un paseo, invita a su peque a observar detenidamente los colores, las formas y los sonidos de la naturaleza y que lo comparta
👣 Anímalo a sentir el contacto de sus pies con el suelo en cada paso, notando las diferencias entre la hierba, la tierra o el pavimento.
💨 Practica respiraciones profundas mientras camináis, disfrutando del aire fresco.
✨ Beneficios para el niño: Reduce la inquietud, mejora el estado de ánimo y favorece la relajación antes de dormir.
❤️ Beneficios para la relación padre-hijo: Transforma un paseo cotidiano en un momento de calidad compartida, alejados de pantallas (en los adultos) y preocupaciones.
Un cambio sencillo con grandes beneficios
El mindfulness no requiere horas de práctica, solo pequeños momentos de atención plena en el día a día. Estas técnicas pueden integrarse fácilmente en la rutina y, con el tiempo, notarás cómo la paciencia, la calma y la conexión en casa mejoran.
Pero lo más valioso de todo es que el mindfulness te permite conectarte realmente con tu hijo. Más allá de reducir el estrés o mejorar el sueño, estas prácticas crean espacios para compartir experiencias bonitas, para descubrir juntos los pequeños detalles del mundo y para disfrutar de la crianza con más presencia y menos prisas.
🌿 Empieza hoy con uno de estos ejercicios y verás cómo la atención plena transforma no solo la relación con tu hijo, sino también la manera en que ambos experimentáis la vida juntos.
¡HAZ QUE CADA MOMENTO CUENTE!